Más allá de la máquina
La ECMO implica medicina de alta tecnología, pero no por ello menos cuidados de enfermería. Al contrario, es precisamente la combinación de tecnología avanzada y atención individualizada al paciente lo que pone de relieve lo esenciales que son las competencias de enfermería. Tobias Wittler y Tobias Ochmann, de la Red ECMO de Alemania, explican las habilidades profesionales, técnicas y sociales que necesitan las enfermeras para proporcionar una atención óptima a los pacientes con ECMO, con una visión clara de las realidades, los retos y las posibles soluciones.
La enfermería en el centro de la ECMO
La tecnología por sí sola no define la ECMO. Es la convergencia de la tecnología y la atención humana donde la enfermería desempeña su papel más importante. Los pacientes con ECMO siguen necesitando una atención integral: movilización temprana, apoyo nutricional, estimulación cognitiva y orientación emocional. No se trata de «complementos», sino de intervenciones esenciales que deben realizarse junto con la gestión técnica.
«Nuestra identidad profesional se basa en la capacidad de integrar una tecnología compleja en una atención al paciente holística y de alta calidad», afirma Tobias Wittler, portavoz de la red ECMO y subdirector de enfermería de la unidad de cuidados intensivos del Marienhospital Osnabrück. «Los pacientes no deben recibir menos atención simplemente porque la terapia sea técnica».
Juicio clínico: una habilidad fundamental
En muchos países, incluida Alemania, no existen normas vinculantes sobre lo que implica la enfermería ECMO. Sin embargo, las expectativas son altas. Las enfermeras deben dominar los fundamentos de los cuidados intensivos y, al mismo tiempo, comprender las patologías subyacentes, los mecanismos de la ECMO y las posibles complicaciones. A menudo, las enfermeras son las primeras en detectar los cambios clínicos y deben responder de inmediato.
«Si se produce un cambio crítico, no podemos esperar a que alguien más lo note. Debemos evaluar y actuar en tiempo real», afirma Tobias Ochmann, portavoz adjunto de la red ECMO, experto en enfermería (APN) y enfermero certificado en cuidados intensivos y anestesia del Marienkrankenhaus Hamburg católico. «Esto va mucho más allá de la monitorización de las constantes vitales: requiere una comprensión matizada del estado mental, emocional y físico del paciente».
Conocimientos técnicos dentro de un sistema dinámico
La ECMO lo cambia todo: la circulación, la respiración, la carga metabólica. Las enfermeras deben comprender cómo los ajustes técnicos afectan a estos sistemas interconectados. En algunos hospitales, incluso asumen responsabilidades que tradicionalmente recaían en los perfusionistas o técnicos, como la configuración de los equipos o la gestión del parque de dispositivos.
«Hay que comprender algo más que un número en una pantalla. Se trata de entender cómo interactúan múltiples cambios y qué significa eso para su paciente», explica Tobias Wittler.
Navegar por las realidades humanas
La ECMO proporciona tiempo, no una cura. Aunque los equipos clínicos lo entienden, los pacientes y sus familias suelen interpretar las lecturas estables del monitor como signos de recuperación. Cuando queda claro que no hay un camino viable hacia la curación, deben seguir conversaciones difíciles.
«Las familias necesitan espacio y tiempo para procesar las decisiones. Nuestro trabajo es facilitar esto, no emitir veredictos, sino apoyar la toma de decisiones humanas e informadas», afirma Tobias Wittler.
Algunos pacientes están conscientes y saben que no pueden sobrevivir sin ECMO. Otros están esperando un trasplante. Los estados emocionales varían, desde la esperanza hasta el miedo o el rechazo de la terapia en sí. Las enfermeras deben proporcionar apoyo psicológico mientras mantienen la claridad terapéutica y el equilibrio moral.
«Los pacientes dicen cosas como: "Esto ya no es vida para mí". Y eso también nos afecta a ustedes como cuidadores», añade Tobias Wittler. «Tenemos que ser emocionalmente resilientes y tener una base ética sólida».
Trabajo en equipo interdisciplinario y comunicación
La ECMO nunca es un esfuerzo individual. Su éxito depende de la colaboración interprofesional, la comunicación clara y la confianza mutua. Las enfermeras no son solo participantes, sino conectores integrales, que actúan de enlace con los médicos, los fisioterapeutas, los equipos de cuidados paliativos y los comités de ética.
«Cuanto más compleja es la terapia, más importante es funcionar como una unidad coherente. La ECMO prospera o fracasa como un esfuerzo de equipo», subraya Tobias Ochmann.
Un ejemplo práctico: la movilización temprana. Previene complicaciones a largo plazo, pero requiere una planificación y coordinación cuidadosas. Las enfermeras desempeñan un papel fundamental a la hora de coordinar la preparación del paciente, las aportaciones del terapeuta y la participación de la familia.
La formación estructurada es clave
La incorporación de nuevo personal a la enfermería de ECMO requiere algo más que cursos breves. «Un curso es solo el principio. Cada hospital necesita un enfoque estructurado y sostenible para la formación. Estamos debatiendo opciones como simulaciones de realidad virtual y herramientas de formación en línea, pero aún queda un largo camino por recorrer», reconoce Tobias Wittler.
Conclusión
La enfermería ECMO no es solo un trabajo técnico. Exige toda una serie de habilidades clínicas, éticas, emocionales e interpersonales. Las opiniones de enfermeros como Tobias Wittler y Tobias Ochmann muestran lo importante que es reconocer y apoyar el verdadero alcance de la atención ECMO. A medida que evoluciona la atención crítica, también debe hacerlo nuestra comprensión de lo que significa proporcionarla.